Además de la ultra-promocionada y taquillera Avatar, la cual está rompiendo records de asistencia de público en todo el mundo (ya la vi y me reservo comentarios), hay otra película que se estrenó esta semana en distintos países y que no pueden dejar de ver en cine: La Princesa y El Sapo (The Princess and The Frog).Después del trailer y de ver algunas escenas de la historia, asistí al cine con espectativas algo bajas. Incluso cuando este film animado comienza, arranca tranquilo, suave, y uno se agarra a la butaca como diciendo "Uhhh, me parece que va a ser un bodrio".
Pero no. La historia levanta y levanta a medida que pasan los minutos y uno queda fascinado con esta encantadora historia protagonizada por unos personajes muy queribles, unos musicales que extrañabamos mucho (siempre me causó gracia el comentario para desacreditar "en la vida real la gente no canta todo el tiempo"; bueno, en las de Disney animadas sí, y por eso nos gustan tanto), comedia que te hace reir y mucho (Louis es genial) y momentos de profunda emoción (sí, el clásico golpe bajo que ninguna película Disney puede dejar de tener) que te emocionan hasta las lágrimas.
En mi modesta opinión, La Princesa y El Sapo es la mejor película para empezar el 2010, sin necesidad alguna de asistir llevando niños como excusa (aunque si los tienen pueden hacerlo). Las de Disney-Disney (no High School Musical y esas otras) volvieron al cine y esperemos que sigan ahí por mucho tiempo más. Se las extrañaba de verdad.
Que la disfruten -eso si no se duermen viendo Pocahontas, digo, Avatar.
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