El secretario de Comercio, Guillermo Moreno y la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) acordaron ayer equilibrar el balance comercial del sector editorial y así liberar el ingreso de un millón de libros importados al país.
“La Cámara Argentina de Publicaciones asumió el compromiso ante el Gobierno Nacional de disminuir el desbalance comercial en el sector y a buscar el equilibrio de la diferencia de lo proyectado por las mismas para el período octubre 2011 a septiembre 2012, con aportes irrevocables de capital o cualquier otro mecanismo de compensación que pudiera establecerse”, señaló la entidad empresaria a través de un comunicado.
A partir del compromiso asumido, la CAP solicitó “a la Secretaría de Comercio Interior su intervención para que se proceda lo más rápido posible con la liberación de los embarques demorados en las Aduanas del país”, según señala el comunicado de prensa.
La CAP tiene 44 empresas asociadas entre las que se destacan las editoriales Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara SA, Aique Grupo Editor SA, Ediciones Santillana SA, Editorial Andrés Bello Argentina SA, Editorial Atlántida SA, Editorial Estrada SA, Editorial Paidós SAICF, Fondo de Cultura Económica SA, Grupo Editorial Planeta SAIC, Randon House Mondadori y Tusquets Editores, entre otros.
Fuentes del sector editorial calificaron de “positivo” al entendimiento alcanzado con el Gobierno. “Consiste en un plan para ir achicando la balanza importación-exportación y el compromiso firme de las editoriales de trabajar en pos de ese objetivo”, dijo una fuente del sector editorial citada en un cable de la agencia Telam y reproducido por el diario Clarín.
De todas maneras, las negociaciones con el Gobierno continuarán hoy, confirmó a Clarín Enrique Zarlenga, titular de la Cámara del Libro.
Según los datos que maneja el Ministerio de Industria, donde se elaboró el proyecto oficial para sustituir importaciones, la industria gráfica exportó U$S 350 millones el año pasado.
Con la nueva propuesta, a ese número, las editoriales evalúan sumarle un 50% más para lograr que el Gobierno destrabe finalmente los 400 embarques de libros y revistas paralizados en la Aduana desde el 15 de septiembre.
Los editores locales argumentan que importan por una insuficiencia productiva de los talleres gráficos nacionales, por la diferencia de calidad y porque les resulta más barato. Algo que los llevó incluso a pedir cambios impositivos para “ser más competitivos” y producir en el país.
Fuente:
http://lapoliticaonline.com/noticias/val/77190/acuerdo-con-editoriales.html
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